En general, podemos decir que los trastornos
de ansiedad siguen un curso crónico con oscilaciones, si bien hay que destacar
algunas peculiaridades. De este modo, el trastorno por angustia puede llevar al
individuo a desarrollar una ansiedad anticipatoria que desemboque en un
síndrome agorafóbico, así como en otras complicaciones que veremos
posteriormente. La ansiedad generalizada sigue un curso crónico persistente. En
las fobias, la ansiedad únicamente aparece en presencia de situaciones
específicas e identificables. En el trastorno obsesivo-compulsivo algunos
pacientes pueden experimentar un empeoramiento progresivo con una severa
incapacitación. Por último, ya hemos hablado de la diferenciación del trastorno
por estrés en agudo o postraumático; este último a su vez, podía ser agudo,
crónico o demorado.
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